martes, 15 de diciembre de 2020

Qué sí y qué no

 

Un diagrama para seleccionar tus controversias, incongruencias y contradicciones en la Argentina transmoderna


Muertes que sí y muertes que no. 

Ídolos que sí, e ídolos que no.

Dioses que sí, y dioses que no.

Identidades que sí, e identidades que no. 

Feminismos que sí, y feminismos que no. 

Masculinidades que sí, y masculinidades que no. 

 

Presidentes que sí, y presidentes que no. 

Gobiernos que sí, y gobiernos que no.

Políticas que sí, y políticas que no.

Economías que sí, y economías que no.

Nacionalismos que sí, y nacionalismos que no.

Historias que sí, e historias que no.

Pueblo que sí, y Pueblo que no.


Comidas que sí, y comidas que no.

Consumo que sí, y consumo que no. 

Cuerpos que sí, y cuerpos que no. 

Sexualidades que sí, y sexualidades que no. 

Relaciones que sí, y relaciones que no. 

Amores que sí, y amores que no.

Experiencias que sí, y experiencias que no. 


Trabajos que sí, y trabajos que no. 

Sueldos que sí, y sueldos que no.

Opiniones que sí, y opiniones que no. 

Sistemas que sí, y sistemas que no.

Leyes que sí, leyes que no.

Terapias que sí, y terapias que no. 

Crímenes que sí, y crímenes que no. 

Periodismos que sí, y periodismos que no. 

Religiones que sí, y religiones que no. 

Creencias que sí, y creencias que no.


Libros que sí, y libros que no. 

Educación que sí, y educación que no. 

Reflexiones que sí, y reflexiones que no.

Academias que sí, y academias que no

Criterios que sí, y criterios que no

Culturas que sí, y culturas que no.

Paradigmas que sí, y paradigmas que no


Maternidades que sí, y maternidades que no.

Paternidades que sí, y paternidades que no.

Crianzas que sí, y crianzas que no.

Colores que sí, y colores que no.


Arte que sí, y arte que no.

Bandas que sí, y bandas que no.

Escritores que sí, y escritores que no.

Entretenimientos que sí, y entretenimientos que no.

Modas que sí, y modas que no.

Drogas que sí, y drogas que no.

Enfermedades que sí, y enfermedades que no.


Gente que sí, y gente que nooooo ooooh oooh.


¿Cuáles son las características de tu otredad con la que sí sos flexible, y cuáles con la que no?

jueves, 10 de diciembre de 2020

El Pequeño Bichito de Luz en…

¡Volviste, Oruguita!

Llegó ese día. Hacía calor durante el día, y el coro de grillos cantores ya acostumbraba a ofrecer su serenata a la luz de una luna que anticipaba el gran evento. Llegó ese día. Ella volvió. Su amiga, la Oruguita.

El Pequeño Bichito de Luz anduvo por años y años buscando y encontrando de todo un poco y de todos un poco también. El camino era largo, y solía involucrarse en tantas y otras aventuras. Observó y aprendió. También lloró. A veces a solas, a veces acompañado. Y así transcurrieron casi 10 años. Y, como el Bichito bien sabía, eso significaba transmutación.

Por momentos, todo parecía ayer: la mudanza, la despedida, ese “adiós” que resonó fuerte en las alitas del Bichito, haciéndolas vibrar. Aquella vibración nunca se fue. Sus alitas siempre estuvieron inquietas, buscando, volando alto. Así también sus antenas, por sobre todo atentas, que nunca dejaron de recibir información sobre su amada amiga, que lejos había viajado, emprendiendo su propia aventura.

¡Quién iba a pensar que sus aventuras volvían a cruzarse! Así fue. En casi 10 años, pasaron muchas cosas. El Pequeño Bichito de Luz ya no era tan pequeño, aunque seguía siendo un Bichito de Luz. Pero algo sumamente INCREÍBLE le había sucedido a la Oruguita. Una verdadera transformación: se había convertido en una Mariposa.

Y así fue que el Bichito la vio llegar ese día al Valle Encantando. Tenía unas hermosas y almendradas  alas amarillas, que parecían dos enormes corazones danzando cuando ella entró caminando por la meseta encantada.  Y no estaba sola. El Bichito de Luz pudo ver que había dos pequeños gusanitos avanzando lentamente a ambos lados. ¡Pero claro, sus pequeños retoños! Allí estaban, tan hermosos y pequeños.

- ¿Mamí, ese sel señol que es tu mejol amigo? – dijo el Gusanito más grande. En un instante, los ojos del Bichito comenzaron a empañarse. ¿Qué pasaba? No había rocío esa tarde. ¿Acaso ellos habían crecido con sus historias, aquellas anécdotas en la Selva? ¿Cómo sabía ese pequeño quién era? “Tu mejol amigo”. La Mariposa miró al Gusanito y con una gran sonrisa le respondió que sí. Entonces se acercó al Bichito de Luz y sin decir una palabra, extendió su manito. Y por un instante, el Bichito vio a su amiga en los ojos de aquel pequeño Gusanito. Y lo entendió todo. Y recordó esas palabras: “Pero la vida es tan misteriosa, Bichito, y eso ya lo aprendimos juntos.”

En su mano, el Gusanito sostenía algo, una especie de cartel doblado en varias partes. El Bichito lo tomó y abrió el papel que crecía y crecía, tan grande, que tuvo que estirar sus brazos para leer lo que decía.

¿Quelés sel el padlino de mi helmanito?

Y apareció el otro Gusanito por detrás de un ala de la Mariposa. Era extrañamente parecido a una Tortuguita. Se acercó y tomó el extremo inferior del cartel. Lo levantó y miró al Bichito de Luz, quién lo encontró con su mirada. Aquella sonrisa se triplicó, y expandió un aspecto oculto en el corazón del Gran Pequeño Bichito de Luz. Aquel regalo de su amada amiga la Mariposa, la oportunidad de nutrir con amor a otro ser, un corazoncito que había sido parte de ella, que creció y crecerá rodeado del más puro amor. Ahora nuevamente juntos, nuevamente cerca.

Continuará…

jueves, 10 de mayo de 2018

Reflexiones de La Existencia Utópica XVII: Pie Pelota


Se viene el mundial...



  
Charla que sucedió entre dos hombres de alrededor de 60 años en la despensa de la esquina de mi casa, mientras ataba mi bici para entrar a comprar:
Un hombre, canoso, altura promedio (aunque no sé qué es eso), se acerca a una camioneta roja estacionada cerca de la esquina y le grita al otro hombre que se encontraba dentro sentado delante del volante.
- ¡Boca y Perón fueron lo mejor que le pasó a la Argentina! -
Y el otro hombre responde algo que no se alcanzó a escuchar. Luego.
- Sí, lo que más asco me da es que Macri sea hincha de Boca! -
Listo... entré a comprar. Casi $150, un paquete de fideos, pan y 100g de queso. Llegué a casa y me fumé la noticia de que me aumentan el alquiler unos $2000 pesos más. No podía pensar en otras cosas. Y veo el spot publicitario de TyC Sports...
Me quiero ir a Marte con David Bowie. Total desde que tengo uso de razón que en la sociedad argentina no usamos la razón, no nos conectamos con nada, ni con nadie. No hay empatía, somos niños caprichosos, hijos del rigor... Sino te queda claro, andá a la cancha...

sábado, 17 de marzo de 2018

Las Caricias de Una Abuela: hasta pronto



Un otoño más, el placer de ver las hojas de la parra caer. Enormes planchas naranjas sobre la tierra, un colchón de vida que ya no está. Me despierto sobre la suave almohada de plumas, antigua en su reposar en aquella cama de hierro chillón. El sol tranquilo de invierno se cuela con fuerza por las cortinas pesadas, rojas y oscuras. Muevo mis pies dentro de sábanas blancas, perfumadas y limpias, planchadas la noche anterior, así pudiera sentirlas calentitas. Escucho la radio, algún tango a lo lejos, el informativo matutino, alguna voz masculina dando la hora. No salgo aún de la cama; el peso de las cobijas, el aroma a antigüedad, me reciben y contienen. Me levanto, el frío me recorre mi delgado cuerpo pequeño, mis rulos se crispan. Me cambio, voy al baño, frío, muy frío. Las baldosas se empañan con el calor de mis pies. Luego, abro la puerta del comedor. Los sonidos se maximizan. Es como si aquella puerta, siempre lo imaginé, llevara a lugares de misterio, a la infinidad de descubrimientos que tiene el mundo. Y como si me esperaran, allí, aparecían los aromas a pan tostado sobre la plancha caliente de la salamandra, el mate cocido en la taza de metal. Las ventanas abiertas, alguna cortina recaída sobre el postigo. Entro a la cocina y ahí estás, con el delantal; un nudo rápido sobre tus caderas. Me ves y me saludas felizmente con un cálido buen día, tan cálido como las cobijas que me cubrían la noche anterior, tan cálido que los primeros aires fríos del invierno nunca lograron enfriar. Me siento cerca de la cocina de leña, la vieja salamandra, y el calor que emana me hace sentir contenido nuevamente, disipa el frío que siento desde que me levanté de la cama. Tomo la taza, huele tan rico, le ponés leche, un poco. Mojo el pan tostado, se siente suave como se desarma en mi boca. Me preguntás si dormí bien. Te respondo que sí, calentito. Y hoy, justo hoy, que la necesidad de fijar este recuerdo viene a la mente, me doy cuenta que no podía ser de otra manera. Y hoy te vinieron a buscar, de noche, en una hermosa noche. Ellos que ya están en paz, ahora quieren que los acompañes. Y acá me quedo un tiempo más, con ese recuerdo, fijo en mi corazón, en todos mis sentidos, que aunque me los quiten, aunque se apaguen algún día, la marca de tu amor me buscará, me sanará. Gracias, gran mujer de manos fuertes, de mirada ágil y pacífica. Gracias por el camino andado, el cariño que intercambiamos, las verdades y los encuentros compartidos. Gracias por ayudarme a sanar. Gracias por ser mi segunda mamá. Gracias, infinitas, nonna.

jueves, 1 de marzo de 2018

Reflexiones de La Existencia Utópica XVI: sujeto posmo



- Prender fuego a todo no es la solución-
- ¿Por qué no?-
- Después quedan las cenizas de lo que quemaste, el aspecto es más reducido, pero más feo, sucio, incómodo que antes, cuando era aquello que te molestaba, que odiabas, que venía de afuera; porque te creíste que la mierda venía de afuera. –
- ¿Y qué hacés con tantas preguntas? ¿Con tanto dolor, con tanta bronca? Qué injusto es el mundo. Todo. La gente, ¡qué individualistas! –

A le decía a B. A había contado previamente que había tenido un día de mierda. Había empezado para la raja cuando se quedó dormido e inevitablemente se le atrasó todo. Los horarios que debía cumplir, parecía que se habían puesto más allá del reloj que miró cuando despertó. 11.00 a.m. La mañana perdida, la mismísima caca. Luego había que comer, había que acelerar todo para que alcanzara las 14hs y pudiera cumplir con el siguiente horario. Pero ya estaba todo mal, ya se sentía una mierda, vacío, cansado. Se dio media vuelta, enojado, se volvió a dormir. 16hs. A se había despertado. Debía trabajar. Estaba cansado de vivir solo. Se sentía solo. Y cuando B le preguntó porqué no invitaba a alguien a vivir con él, A le planteó la situación de que no cualquiera sería su compañero de habitación, mucho menos su compañero de cama. Y B pensó que tal vez A estaba siendo algo pretencioso. Al mismo tiempo B sabía que A tenía razón en un punto.

B le contó acerca de la novia que había tenido la semana pasada, la cuál le duró no más de un mes. A le decía que no podía llamarle novia porque eso ni siquiera había sido una relación. Entonces B le preguntó qué era una relación y A le dijo que se tomaba las cosas con anticipación, que él siempre adelantaba los hechos y les llamaba novias luego de haberles hecho el amor unas 3 veces y media. Y B le había dicho que no, que él les daba su espacio, pero que ellas no buscaban lo mismo que él, y se frustraba cuando lo ignoraban, después las odiaba y decía que eran todas putas y lo tildaban de machista. Pero A lo conocía y sabía que no era así, sólo que B la cagaba cuando actuaba con bronca, cuando se creía menos, sin abundancia, feo, recontra feo comparado con los papichulos de las chanchas de fútbol, aunque a A le parecían feos, a él le gustaban los de las revistas de moda o a veces de los catálogos. B estaba cansado de repetir patrones, de salir siempre con las mismas chicas, de terminar siempre igual.

A le mencionó que el fin de semana que le seguía tenía una charla antipatriarcal para deconstruir la masculinidad en los varones. B le dio su opinión y le dijo que eso le parecía una huevada. A le preguntó porqué y B le respondió simplemente diciendo que cada persona es como es y que reivindicar posturas y visibilizar cuestiones íntimas era no aceptarse como uno es, tal cual siente, como viene al mundo a cumplir su función. Y A no entendía nada cuando B hablaba de esas cosas de función en el mundo y el ego y el espíritu. Pero A siempre se sintió cómodo hablando con B y viceversa.

-          No quiero más sentirme así –
-          ¿Así cómo?
-       Así, separado, individual. Siento que constantemente buscamos ser parte de algo que no existe. –

viernes, 1 de septiembre de 2017

Reflexiones de la Existencia Utópica XV: Septiembre, suena a siempre



Hoy 1ero de septiembre... acá se celebra el genocidio (awantiiiieee) hoy llamado Fundación de la Ciudad por cuestiones dialécticas de las clases dominantes que gobernaban en el momento...y hay viento porque el cacique Manuco implantó una maldición inquebrantable en el clima siempre cambiante. Bueno, y también Harry Potter está llevando a sus hijes a Hogwarts porque empiezan las clases, y se pregunta cuando J.K. Rowling publicará más historias sobre él. También es el cumpleaños número 18 de mi hermano Valentín y de muchas otras personas, que se preguntan dónde está Maldonado. Mis plantas aún no florecen. Hay ropa que lavar y el Palo Santo se consume en el cenicero.

martes, 25 de julio de 2017

Reflexiones de la Existencia Utópica XIV: El Amor en Tiempos de Millennials.

La Tesis
Ejemplos de relaciones tóxicas, depresivas y dependientes; irresponsables humanes soñando construir parejas de Hollywood. A veces peor, eran casos de pura apariencia, mandatos sociales, económicos; cobardía por doquier. Lloré incansables veces por el desapego, por ver el amor desde la falta, desde la otra mitad. Teorías nuevas han surgido, redefiniciones del amor, basadas en algunas prácticas más libres, antiguas a toda la mierda postmoderna. Inaplicables, se llenó de personas que con miedo se llenan la boca de falsa libertad, adolescentes justificando sus deseos espontáneos y chiquilines. Satisfacción instantánea: el concepto del esfuerzo no va más, el compromiso implica encarcelación, lo duradero dura lo que dura dura, el consumo desenfrenado de sexo orgásmico, el individualismo en su máximo nivel de atrocidad. Se quiere, y no se sabe lo que se quiere, o cómo querer. Acompañar, ¿qué es eso? Abandono. No, nada que ver, vos te enamoraste, es un proceso, se te va a pasar. Sentís dolor. Bueno, no elijas el sufrimiento, fumate un porro, tapa el vacío. Diganme. Que alguien lo explique, que alguien lo responda. ¿Por qué? ¿Cuándo empezamos a temerle al amor? Hablo de ese que sí es libre, sano, responsable, empático, consciente, sincero (y la re puta madre que ya no existe). Consigna: lea atentamente los siguientes enunciados y determine la presuposición lingüística, utilice el parafraseo si lo considera necesario. A) “Te enamorás muy rápido, después cuando te dejan te ponés mal” B) “Entregás mucho de vos. Nadie aguanta algo así” C) “Sos joven, ponete a garchar y listo, cogete a todes.” D) “Nah, sos muy demostrativo. Vos me venís con esas cosas cursis y te mando a la mierda” E) “Uh, vos también te buscás a cada uno” F) “¿Para qué comprometerse? El ser humano es poligámico por naturaleza” E) “Nah, pero vos no te tenés que hacer cargo de lo que le pasa. Su cabeza, su problema” Punto 2. Responda: ¿a cuáles de los hablantes anteriores usted encuentra: a) Irresponsable. b) Hipócrita. c) Arrogante d) Postmoderne e) Pelotude f) Individualista.

De aceptar creencias y mandatos, pasamos al extremo de temerle a libertad, al amor en su más bella expresión. Gente, seguimos preses de nosotres mismes, sépanle. E e e e eeeeeeeeeee.